miércoles, 1 de diciembre de 2010

De cómo me encontré con Petrus el selenita

Petrus, el hombre selenita
Desde el valle de las Amazonas hasta el cráter Copérnico, hay siempre un largo paseo, quizá el más interesante y de cierta belleza dentro de esta comarca-prisión que me han asignado.
Me gusta caminar a grandes zancadas lentas y de la mayor altura posible. La ingravidez me hace sentir bien, probablemente como contraste a la inmensa y pesada desolación que siento dentro, y que tira de mí como si quisiese enterrarme definitivamente en este inmenso desierto de ceniza y rocas.
Hoy tocaba día de paseo, así que comencé con el entusiasmo acostumbrado. No había transcurrido mucho tiempo, cuando apareció a mi misma altura e imitando cada gesto, el ser que aquí veis dibujado por mí en unos momentos de descanso y bajo su amable permiso. Me impresiona su mirada que está siempre clavada en su objetivo, en este caso yo.
No resultó fácil conversar con él, porque ha guardado silencio casi toda su vida. Por su manera de estar semiflotando a ras de suelo y su inmovilidad semiabsoluta, se diría que está como muerto. Sin embargo sería un juicio precipitado por mi parte, teniendo en cuenta que es capaz de seguir mis pasos y mantener una sencilla conversación.
Aunque al principio pensé que acababa de conocer a un selenita auténtico, comprendí poco a poco, que era de la Tierra como yo, salvo porque llevaba desterrado en la Luna ¡300 años!. Vivía con su mujer en una de las galerías del cráter Copérnico, y me aseguró que conocía selenitas auténticos, sensiblemente diferentes a nosotros, aunque el trato con ellos estaba prohibido por los vigilantes oscuros de la comarca. Se llama Petrus. Y me explicó, que el aspecto de su piel es el resultado de la acción de los micrometeoritos, y que su sangre hace mucho tiempo que es un río de ceniza. Extrañamente a lo que pensaban, esto les da un grado de longevidad del que de momento no saben fecha de caducidad.
Llegamos a su destino y el mío, y desapareció como absorbido por una de las galerías gritando desde lejos que me presentaría a su mujer en el siguiente paseo.
Esta aparición me ha dejado un tanto pensativo. ¿Ese es el fin que me espera?.

1 comentario:

  1. Quizás Petrus ha sido portador de un mensaje...Quizás debas descifrarlo. Ponte a ello cuanto antes !.

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